En esencia, el home staging basa su trabajo en sacar el máximo partido con mínimos recursos a las viviendas que se nos entregan, con lo cual es una gran aliada para todas aquellas personas que quieran dan un aire distinto a sus viviendas ya sea para alquilarla, para segundas viviendas o para las suyas propias. Ejemplo de ello es uno de nuestros últimos proyectos de home staging que os paso a contar.
Nuestro cliente vivía en un piso de alquiler, él quería sentirse en su casa, tener un espacio en el que estar cómodo. No tenía tiempo ni tampoco quería realizar un gasto fuerte en la vivienda. Conocía perfectamente el Home Staging y éste es el servicio que demandaba.
En la primera visita, como es habitual, conocimos la vivienda, tomamos fotografías para el posterior estudio de las potencialidades y debilidades de la vivienda así como para planificar la posible intervención y poder elaborar un presupuesto a medida. También indagamos en las necesidades de nuestro cliente y en sus hábitos de vida, gustos y estilos más acordes (esta parte de nuestro trabajo es más habitual en los proyectos de decoración ya que el Home Staging no persigue crear espacios personalizados pero en este caso tuvimos que trabajar con ambos conceptos).
Una vez recogida y trabajada toda la información, ofrecimos un presupuesto a nuestro cliente que fue aceptado fijando la fecha y duración de la intervención.
Aprovechamos todo el mobiliario posible de la vivienda, modernizando elementos de decoración y textiles. Hicimos una importante labor de limpieza y de arreglos básicos y sobre todo de organización. Basamos gran parte de nuestros esfuerzos en la habitación principal ya que era una de las más importante para nuestro cliente… ¡y el resultado lo dejó muy sorprendido! Logramos el resultado y finalidad que él deseaba y sobre todo conseguimos que se sintiera feliz en su hogar.
Para ver todos las fotos de este proyecto os dejamos el enlace.
